“En la época de Marco Aurelio, el Imperio se extendía desde la costa atlántica hasta el Rin y el Danubio, y desde la línea que trazan los ríos Forth y Clyde en el norte de Britania hasta el Eufrates en Siria. Era un área muy vasta, con mucho la más grande del mundo conocido, por lo que sabían sus habitantes. Resultaba especialmente grande en una época en la que el transporte nunca avanzaba más rápido que un barco navegando por mar o un caballo galopando por tierra.
paga anual de un legionario en el reinado de Domiciano:
1.200
Suetonio [Doce césares]
Beneficios de jubilación del legionario
12.000
Dión [Historias]
Salario anual, centurión
20.000
Dudley [RaiB]
Salario anual, centurión jefe
100.000
Dudley [RaiB]
Salario anual, procurador
600.000-100.000
Radice*
Salario anual, procónsules, prefecto de Egipto y legados
400.000
Radice*
Beneficios de jubilación de un guardia pretoriano
20.000
Dión [Historias]
Valor de una pequeña granja
100.000
Plinio [Cartas]
Precio de compra de una finca italiana grande
3 millones
Plinio [Cartas]
Honorarios razonables de un abogado en un proceso judicial importante
10.000
Plinio [Cartas]
Coste de un banquete organizado por el emperador Vitelio (69 d.C.)
400.000
Suetonio [Doce césares]
Fortuna aproximada del escritor y senador Plinio el Joven
15-20 millones
Plinio [Cartas]
Fortuna aproximada de Séneca, consejero de Nerón (60 d.C.)
300 millones
Tácito [Anales]
Requisitos de admisión para la orden ecuestre: patrimonio personal neto
400.000
Dión [Historias]
Requisitos de admisión para la orden senatorial: patrimonio personal neto
1,2 millones”
La comida
“Dión Casio escribió sobre la dieta de los legionarios: «Requieren pan amasado, vino y aceite» [Dión, LXII, 5]. Los legionarios recibían una ración de trigo, que ellos mismos convertían en harina utilizando la muela que poseía cada unidad. A continuación horneaban su pan, que solía tener forma circular y que dividían en ocho rodajas, una para cada miembro del contubernio y, cuando lo consumían, los legionarios regaban el pan con aceite de oliva. También comían carne, pero esta era considerada un suplemento a su ración de pan. Los romanos no conocían el café, los tomates y los plátanos, como tampoco el azúcar; la miel era su único edulcorante.
La cantidad de trigo que se entregaba a las tropas dependía del suministro disponible y de la generosidad de los comandantes. En tiempos de Polibio, la ración era de dos partes del medimno ático al mes para cada legionario, y el coste se deducía de la paga del soldado. En la época imperial, la ración de trigo del legionario era gratuita. Buena parte de la población general de Roma de aquel tiempo recibía asimismo grano gratuito del gobierno, aunque los panaderos, pasteleros y otros comerciantes del gremio tenían que pagar por “por él.
HISTORIA SOBRE UN LEGIONARIO
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En vísperas de la Semana Santa de 1955, me encontraba en Algeciras un tanto derrotado: No tenía dónde ir a comer ni dormir.
Dando una vuelta por el puerto, vi desembarcar a unos Legionarios que iban hacia Málaga. Eran la escuadra de gastadores de la Vª Bandera y era la primera vez que yo veía a La Legión en vivo.
Creo que, por mi juventud (17 años), hube de quedarme un tanto extasiado viendo a ésos hombres, porque uno de ellos me comentó......."qué ¿te gusta La Legión?" No recuerdo qué contesté........pero enseguida me invitaron a fumar (tabaco), y, sobre todo ¡¡comí¡¡.
De alguna manera yo les pediría si podrían llevarme con ellos a Málaga, ó tal vez me lo ofrecerían ellos. El hecho es que yo me vi, en los camiones que les esperaban, viajando hacia tierra del boquerón. Recuerdo cuan contrario eran sus comportamientos, a las historias tan peyorativas que yo siempre había escuchado en cuanto a La Legión.
Llegados a Málaga fueron instalados en el cuartel de Capuchinos, y yo con ellos. Como se hacía extraño ver a un joven vestido de paisano dentro de ese acuartelamiento, alguien me prestó una camisa legionaria y un chapiri,,,,,Jejeje ¡Qué ufano me encontraba yo con "mi" camisa de La Legión, "mi" chapiri y mi pantalón marengo. Y para hacer más veraz mi estancia en ése cuartel, ellos, los Legionarios, me hicieron responsable del mono.
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